Descubren una ciudad prehispánica milenaria perdida
Un sorprendente hallazgo en Acapulco, Guerrero: Un grupo de arqueólogos localizaron una milenaria ciudad perdida de la época prehispánica.
Es un terreno, con una extensión de 334 hectáreas, en donde fueron encontrados por lo menos:
- – Apróximadamente 38 petrograbados
- -Calendarios circulares
- -Una imagen en representación de una deidad de la lluvia
Además también encontraron un petrograbado con la figura de un mono, cuenta con similitudes a uno encontrado en Perú, de la la cultura nazca. Lo cual ha generado diversas teorías entre los expertos, quienes analizarán la posible correlación entre ambas figuras encontradas.
Después del hallazgo, habitantes y personal del INAH ahora protegen la ciudad
Los arquélogos, ha quedado maravillados por las figuras que son posibles de admirar en las rocas.
Algunos consideran que increíblemente una de estas figuras hace alusión a una posible nave espacial, la cual representaría a algún viajero extranjero, mismo que habría llevado figuras de otras culturas a este sitio y viceversa.
Debido a lo extraordinario del lugar, ha llamado la atención de ciudadanos curiosos, quienes han aprovechado y vandalizado el sitio. Por ello, habitantes locales y personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ahora protegen y estudian de manera adecuada el lugar.
Sobretodo se evita la excavación y saqueo ilegal de piezas arqueológicas, así como se procura la conservación de la milenaria ciudad prehispánica que ha perdurado con el paso de los siglos, debido a las condiciones externas y de clima presenta desgaste.
Se realizaban rituales para la lluvia
Los diversos estudios realizados por arqueólogos del INAH, han podido determinar que esta milenaria ciudad perdida prehispánica de Acapulco data del periodo antiguo Clásico Temprano.
Quiere decir que data de aproximadamente el año 400 d.c., en tanto, el esplendor del lugar estuvo en la época Epiclásica, en los años 600 y 900.
El abandono de la ciudad pudo ocurrir entre los años 900 a 1200, lo pudiera ser el periodo Posclásico temprano.
Este lugar, localizado en los alrededores del Cerro de La Bola, habría tenido como objetivo la realización de rituales para la lluvia, así como eventos relacionados con el agua y la fertilidad.