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“No hay certeza que las cosas estén bien” en el gobierno municipal capitalino

“Quién sabe qué sepa la alcaldesa” que, aunque ahora más cauta (“controlando más la lengua”, se dice), al menos de imagen pública parece sentirse segura en la presidencia municipal, ahí donde –se comenta- “andan más groseros”, tensos, ante los recientes acontecimientos que han dejado peor parada a la administración de Norma Otilia Hernández Martínez.

Un contexto, en el gobierno municipal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en el que apenas este viernes se realizó una especie de cierre de sesión extraordinaria de Cabildo, que había quedado inconclusa, donde alcaldesa, síndicos y regidores trataron pendientes, como la elección de comisarias y comisarios en comunidades“no hubo quorum, si acaso eran seis ediles, lo que no es ni la mitad”.

– No hay legalidad en esa sesión-, confirma a Vértice, Diario de Chilpancingo, un colaborador de un regidor del llamado bloque crítico en el Cabildo 2021-2024, quien omite su nombre –así como del regidor para el que colabora- porque confirma que hay mucha incertidumbre, hasta temor en el Ayuntamiento –en un marco de silencio y ocultamiento de la información desde la presidencia municipal-, por la serie de acontecimientos de violencia que involucran disputas, con ataques y asesinatos, del crimen organizado en las calles; la exhibida de Hernández Martínez y su esposo Diego Omar Benigno con el presunto líder de Los Ardillos, Celso Ortega Jiménez; y un ya evidente rompimiento institucional con el gobierno del estado.

Un contexto que ha llevado, a su vez, a un mayor distanciamiento entre la alcaldesa y el cuerpo edilicio, sobre todo en quienes integran las regidurías del PRI, PRD y PAN, incluso con un regidor del propio Morena que públicamente ha señalado irregularidades administrativas y operativas de la administración municipal, como la tendencia de modificar recurrentemente, sobre la marcha e incluso ya ejercidos (es decir gastados), montos presupuestales públicos del ejercicio fiscal del año, que avalan y aprueban por vía del “mayoriteo” que ejerce la alcaldesa, entre cuestionamientos de regidores y regidoras a quienes, casi momentos antes de sesiones, se les hacen llegar informes sobre montos y rubros erogados.

Han sido unas tres veces que eso ocurre con esta administración morenista de Hernández Martínez.

“Hay compañeros que tienen temor”

Al haber temas importantes que deben ser tratados, regidores han cuestionado a la presidencia municipal cuándo se retomarán las sesiones de Cabildo“la Ley Orgánica establece que se debe sesionar cuando menos una vez al mes, en sesión ordinaria; la última vez fue una sesión que se canceló a principios de julio. En Chilpancingo se están dejando de atender los temas que competen al Cabildo”.

– Al interior del ayuntamiento, ¿Qué se percibe cotidianamente?

– Ahorita, aparentemente, se está trabajando de manera normal con el regreso de las vacaciones, pero aún hay mucho hermetismo allá adentro sobre qué pudiera pasar, no hay certeza de que las cosas estén bien, hay compañeros que tienen temor, otros que llegaron con la administración que están preocupados: si se va la presidenta se van a quedar sin trabajo.

Mientras personal trabajador y funcionarios tienen bien presente que “la lengua” de Norma Otilia Hernández ha llevado a esta crisis gubernamental en Chilpancingo, el colaborador consultado revela que incluso se han suspendido actividades que estaban previstas, como un Parlamento Infantil.

Incertidumbre y violencia de género…desde adentro

A este martes, en los accesos al ayuntamiento se habían instalado detectores de metales, en un marco de incertidumbre porque en pasillos y oficinas corren versiones de que personas “sospechosas armadas” se han visto recientemente, entre la duda de si serán, o no, personas a cargo de la seguridad de la alcaldesa o algún otro funcionario de primer nivel.

Ni para reportarlo al nivel estatal: se sabe que Andrei Marmolejo Valle (primer síndico también amenazado en narcomensaje, junto a desmembrados, la madrugada del sábado 24 de junio) manda mensajes vía WhatsApp que quedan “en visto”, leídos pero no respondidos.

La situación en el gobierno de Chilpancingo es de dudas, nula claridad en información institucional interna y un sentimiento de reclamo hacia la presidenta municipal: se dice víctima de violencia política de género pero hay regidoras que acusan, a ella y a Marmolejo Valle, de incurrir en ello, en pasadas sesiones de Cabildo.

Ambos, seguros de que continuarán en los respectivos cargos aunque la sensación, en el ayuntamiento y en las calles de Chilpancingo, es de serias dudas, más cuando siguen su curso sendas investigaciones en las fiscalías, la General del Estado (FGE) y la General de la República (FGR), que –estás sí- generan intranquilidad en la presidencia municipal morenista 2021-2024.